Para los que no saben qué es la lana merino, esta es una de las lanas más apreciadas en todo el mundo por su suave tacto y sus excelentes propiedades para la confección de tejidos para prendas de vestir o de abrigo.
Te contamos todas las características que hacen que esta lana única sea muy valorada y no tenga comparación en lo que respecta a suavidad, calidez y transpirabilidad.
La fibra de esta lana se extrae de las ovejas de raza merino, autóctonas de España y muy apreciadas en todo el mundo por su lana fina.
Aunque se desconoce con exactitud el origen de la raza, sí se ha determinado que se remonta, al menos, al siglo XV, ya sea fruto de rebaños procedentes del norte de África, por el cruce de ovejas españolas con otras importadas o por su mejora a lo largo de varios siglos para obtener un vellón mejorado.
Las ovejas merino son de un único color, blancas o negras, según su variedad, y se han extendido por todo el mundo por las características únicas de su lana, que destaca por su excelente finura, su rizado y su abundancia.
En la actualidad, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España quedan unas 150.000 ovejas de raza merina, principalmente en la región de Extremadura, mientras que el grueso de animales de esta raza se encuentran sobre todo en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Argentina o Estados Unidos.
El proceso de producción de la lana merino se lleva a cabo en varios pasos.
El primero de ellos es el esquilado de las ovejas, que se suele llevar a cabo en primavera, ya que durante el invierno, con las bajas temperaturas es cuando se refuerza el pelaje.
El esquilado sigue siendo un proceso muy manual, que implica que personal experto, empleando herramientas manuales o eléctricas, corte el vellón de las ovejas, una por una. La técnica es clave para conseguir extraer la máxima cantidad cuidando de la piel del animal en todo momento.
Tras el esquilado, las fibras se agrupan según sus características y se lavan para retirar suciedad, grasa e impurezas de todo tipo.
Tras la limpieza, la lana se carda, por lo general, con una máquina específica, que desenreda y alinea las fibras, creando una mecha continua y suave.
Por último, la mecha se convierte en hilo, ya sea mediante una máquina hiladora industrial o al estilo artesanal, con una rueca o un huso manual.
Una vez finalizado el proceso, la lana se puede teñir de distintos colores, si así se desea, y se suele preparar en conos o madejas para su distribución y posterior tejido.
Sus excelentes características que hacen que las prendas de lana merino sean sumamente apreciadas desde hace siglos en todo el mundo.
La más evidente es su increíble suavidad, ya que las fibras que producen las ovejas de esta raza son particularmente finas. Esto se traduce en que el tacto con la piel sea incomparable y especialmente indicado para personas con problemas cutáneos.
Por otra parte, es una lana que destaca por sus propiedades en relación a la regulación de la temperatura corporal. Su transpirabilidad hace que sea perfecta tanto en climas fríos, dejando salir la humedad pero conservando el calor, como en climas cálidos.
En relación a la humedad, destaca su capacidad de absorción sin proporcionar la sensación de estar mojada, por lo que es ideal para prendas deportivas. Además, tiene propiedades antibacterianas naturales, por lo que resiste los malos olores.
Por último, la lana merino es elástica, por lo que no se arruga con facilidad, y muy duradera si se le dan los cuidados adecuados.
Este tejido se utiliza habitualmente para confeccionar prendas de vestir, como jerséis, echarpes o bufandas, así como ropa de hogar, como mantas de lana merino.
Para disfrutar de esta ropa de lana merino en perfecto estado durante mucho tiempo, es importante cuidar la prenda con pequeños gestos como, por ejemplo, un almacenamiento adecuado de las mantas durante los meses de verano y siguiendo las instrucciones de lavado del fabricante.
Como con cualquier textil, para lavar las mantas de lana merino y otras prendas en este material, es imprescindible seguir las instrucciones del fabricante.
Por lo general, es recomendable lavar a mano con un detergente suave, con agua fría o como mucho templada, sin frotar ni retorcer.
En caso de que se especifique que se puede lavar a máquina, el ciclo específico para lana o delicado serán los más adecuados, siempre con detergente suave o específico.
El secado siempre debe ser al natural, nunca en la secadora, en plano y a la sombra.
Ahora que ya sabes qué es la lana merino y todo sobre este tipo de lana, solo te queda probarla para comprobar por qué es tan popular. ¿Te animas a vestirla?
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Siguiendo la tradición.
Mimamos nuestros tejidos.
