Las bufandas de lana, en diversas formas y materiales, han sido utilizadas por las personas durante siglos. Aunque no se puede conocer una fecha exacta de su origen.
Este tipo de prenda forma parte del vestuario de la humanidad desde la antigüedad, hablamos de civilizaciones como la egipcia, griega y romana.
Donde al igual que en la actualidad, se utilizaban para resguardarse del frío, y solían estar hechas en tejidos como la lana, el lino o la seda.
El uso de bufandas también se puede encontrar en culturas tradicionales de todo el mundo, desde los chales tejidos a mano de las tribus nativas americanas hasta los elegantes fulares de seda de Asia.
En muchos casos, las bufandas no solo tenían una función práctica de abrigo, sino que también tenían un significado simbólico o cultural importante.
Por todo esto, en la actualidad estas prendas son mucho más que accesorios, tanto desde el punto de vista de la tradición como por su versatilidad.
Descubre algunas de las muchas funciones, que tienen las bufandas de lana en la actualidad:
Una de las funciones más básicas que cumple esta prenda es la de proporcionar calor y protección contra el frío.
Dependiendo de su grosor y su material, son perfectas para cualquier época del año, desde las noches de primavera en las que refresca hasta los gélidos días de invierno.
Además, son una prenda muy práctica para llevar encima en los días en los que refresca por la mañana o al final del día, con lo que pueden marcar la diferencia en nuestro bienestar en estas fechas.
Los tejidos preferidos para la confección de bufandas siempre son los más suaves, ya que la piel del cuello es altamente sensible.
Por esto, las bufandas de lana, de cashmere o de otras fibras naturales son las preferidas desde la antigüedad, ya que resguardan del frío y ofrecen un tacto agradable.
Las bufandas son una forma sencilla y efectiva de agregar un toque de estilo y personalidad a cualquier look. Disponibles en una amplia variedad de colores, estampados y texturas, las bufandas de lana pueden ser elegidas para combinar con la ropa o para elevar cualquier conjunto, sea cual sea la estación.
Desde bufandas en colores lisos hasta estampados geométricos, hay una bufanda para cada estilo y ocasión.
Una de las mejores características de las bufandas es su versatilidad.
Hay muchas maneras de llevar una bufanda, colocándola en distintas posiciones dependiendo de las necesidades y gustos de cada momento, o para que encajen mejor en un look específico.
Se pueden anudar de distintas formas, se pueden ocultar bajo prendas de ropa como abrigos o chaquetas, envolver o colocar de forma casual simplemente dejadas caer sobre los hombros.
Para un toque adicional de personalización, las bufandas tejidas a doble cara son perfectas, ya que resultan prendas especialmente versátiles al poderse mostrar por una cara, por otra o por ambas.
Por todo esto, tener al menos una bufanda de calidad en el armario es un imprescindible, tanto por el abrigo que proporciona como por su estilo.
Esta prenda, fácil de llevar en el bolso o la mochila, te salvará en más de una ocasión cuando las temperaturas varíen durante el día y no podrás vivir sin ella.
Cuando te acostumbres a lucirla, además, no podrás prescindir de este toque de estilo que combina tanto con conjuntos casuales como en atuendos más formales.
A la hora de elegir una bufanda, ten en cuenta, además de que su color o estampado encaje con tus gustos, que el tejido sea de calidad.
Con ello, además de disfrutar de un tacto cálido e incomparable, la prenda durará muchos años.
Las bufandas de lana merino y las bufandas de cashmere son las más populares por su alta calidad y suavidad. Si, además, escoges productos de proximidad, estarás tomando una decisión más sostenible.
Ahora que conoces la historia de las bufandas, comprenderás porque esta prenda ha seguido acompañándonos. Y es que es un accesorio perfecto para ir a la moda con un estilo personal y característico.
Somos fabricantes.
Siguiendo la tradición.
Mimamos nuestros tejidos.
