El estilo propio al final es una forma de expresión, la manera en la que elegimos mostrarnos al mundo y que marcará, en buena medida, la primera impresión que tienen de nosotros el resto de personas.
Pero la forma de vestir no es únicamente algo que elegimos hacia los demás, sino que también es muy relevante a la hora de sentirnos bien con nosotros mismos y repercute considerablemente en nuestra autoestima y confianza.
Aunque vestirse sea un gesto cotidiano, va mucho más allá de ser una simple rutina. La vestimenta se convierte en parte de nuestra identidad, así que encontrar el estilo de vestir que más vaya con nuestra personalidad es clave para mejorar cómo nos vemos y cómo nos ven.
¿Quieres saber cómo encontrar tu estilo de ropa? Aquí repasamos algunos consejos que te pueden ayudar en el proceso.
Conócete y estudia tu armario
El primer paso es el autoconocimiento, que consiste básicamente en la identificación de qué es lo que nos resulta atractivo en lo que a vestimenta se refiere. Esto incluye tanto la paleta de colores como los patrones y estampados, el tipo de tejido o el tipo de prendas, tanto en ropa como en calzado, accesorios y complementos.
¿Qué hay en tu armario? ¿Por qué crees que no tiene un estilo definido? Revisa las prendas que tienes en el armario, define cuáles son las que usas con mayor frecuencia y cuáles no te pones y, en ambos casos, trata de explicar por qué.
Puede que no te entusiasme cómo te queda algún tipo de prenda o algún color por tus características físicas o tus rasgos, que no reflexiones de manera adecuada tus compras o que necesites renovar tu fondo de armario.
El equilibrio entre la comodidad y estética
El estilo de vida está estrechamente ligado al tipo de ropa más apropiado, por lo que es esencial reparar en cómo compaginar funcionalidad y estética, de manera que el estilo encaje con las necesidades de nuestro día a día.
La clave es que encuentres aquello con lo que te sientes cómodo o cómoda, tanto en el aspecto como en el uso, no importa si lo que buscas es un estilo de ropa de mujer o un estilo de ropa de hombre.
Inspiración para encontrar la unicidad de tu estilo propio
Las personas que tienen un estilo propio de vestir suelen destacar por algo en concreto, ya sea por su elegancia impecable, por usar unos colores concretos, por llevar una estética coherente o por tener un complemento fetiche que se ha convertido en su seña de identidad.
Si buscas algo en lo que destacar pero no sabes muy bien qué te podría servir, puedes inspirarte en revistas de moda, blogs especializados o redes sociales para encontrar ideas.
¿Qué quieres transmitir?
Encontrar tu estilo puede ser tan sencillo como definir lo que quieres transmitir. ¿Qué le quieres decir al mundo? ¿Con qué valores te identificas? ¿Cómo eres?
Aunque pueda sonar muy abstracto, es probable que te sientas a gusto con prendas de ropa que estén fabricadas de acuerdo con tu código de valores. Por ejemplo, si te preocupa la sostenibilidad y apuestas por un consumo consciente y de proximidad, puede que la moda artesanal sea lo que estás buscando.
También lo puedes aplicar a tus intereses o a cómo eres: tal vez eres una persona tranquila y sosegada y lo tuyo sean los colores suaves o, en cambio, prefieras llamar la atención con colores vivos y llenos de energía.
Diviértete y experimenta con tu estilo de ropa
Experimenta y juega. Prueba cosas distintas, prendas con las que nunca te has vestido o colores que contrastan que lo que sueles llevar y siente qué te transmiten.
Puede ser más divertido si lo haces en compañía de personas cercanas y cuentas con su complicidad y su opinión sobre tus elecciones.
El fondo de armario también es una seña de estilo
Ten en mente que el estilo al vestir no está relacionado con tener mucha ropa, sino que suele ser más bien un proceso en el que se configura un fondo de armario básico sobre el que se juega incorporando accesorios o combinando las prendas adecuadas. Seguro que, si tienes en mente a alguien que consideres que tiene un estilo propio, puedes identificar alguna prenda que asocies a ella.
Encontrar tu estilo propio es una evolución, así que no es algo que forzar o que conseguir de golpe. Disfruta de un proceso de reflexión en el que ir identificando qué prendas te resultan más cómodas, tanto por estética como por funcionalidad, y ve incorporando nuevas para pulirlo y conseguir un estilo de vestir que te llene de confianza.